lunes, 17 de septiembre de 2007

Rino, el animal cuadrado

"Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay otros que luchan un año y son mejores; hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero los hay que luchan toda la vida; esos son los imprescindibles". Esto lo escribió Bertolt Brecht hace algunas décadas. Al dramaturgo alemán probablemente no le gustara el fútbol, pero dio con la tecla para definir a un tipo que nació casi medio siglo después; un calabrés que a nadie deja indiferente. Hablo de Gennaro Gattuso, alias Rino, un todocampista criticado por los puristas pero al que en el fondo todos quieren en su equipo. El futbolista del Milan practica precisamente el género que creó Brecht, el teatro épico. Su fútbol es una sobredosis de hombría, a veces sobreactuada, pero efectiva como pocas cosas en el balompié. Jamás hará un regate y de goles ni hablamos; no importa, su sinceridad lo compensa. Es un poco osado conectar a Brecht y Gattuso, pero la química no acaba aquí. El italiano también se ha dado a las letras. Con mayor o menor fortuna, ha escrito una autobiografía cuyo nombre merece una oportunidad: Si naces cuadrado no puedes morir redondo. El título del primer capítulo también promete: El hombre desciende de Gattuso. En el País de hoy lo han vuelto a entrevistar, otra vez de manera genial. Cada cosa que leo sobre este tío hace que me fascine más. La gazzeta dello sport, que de paso da unos palitos a los españolitos hipócritas, también se hace eco. Algo debe tener Gattuso cuando es venerado en un vestuario en el que convive con los Kaká, Pirlo, Seedorf o Maldini. Si Gennaro hubiera nacido en Móstoles...

No hay comentarios: