domingo, 28 de septiembre de 2008

1.15.39

1.15.39. Corrí la nocturna. Una hora y cuarto en hacer 12 kilómetros no es una marca como para replantearse el futuro profesional, pero encierra la satisfacción de cumplir un objetivo. Hace un mes me lo dicen y no me creo que iba a estar todo ese tiempo corriendo. El viernes noche lo hice. Junto al río, viendo la Torre del Oro, la calle Torneo sin coches y con una meta espectacular: el estadio de la Cartuja. Muy bonito entrar por abajo y salir a ese inmenso coliseo con miles de personas viendo como gente de la calle pisotea el tartán. Muchas sensaciones agradables. Muy recomendable. Además, lo he hecho el mismo fin de semana que Haile Gebrselassie ha dejado el récord de la maratón en 2 horas, 3 minutos y 59 segundos. Este etíope es brutal. Precisamente en ese estadio de la Cartuja que saboreé el viernes noche, vi a Gebrselassie en el Mundial de Sevilla 99 volar en el 5.000 y 10.000. ¿Coincidencia? No. Ahora sé que se siente al vencer a un ídolo. Le saco ya tres cuartos de hora corriendo... la distancia es lo de menos, ¿no? No te piques, Gebre.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Un año ya

Justo en estos momentos se cumple un año de mi primer viaje con Andaluces por el Mundo. Tal día como hoy, a esta hora en España, me topaba con la pegajosa humedad de Santo Domingo. Empezaba el primer viaje de siete que han sido hasta el momento. Un año de muchas sensaciones, cambios, retos y aprendizaje. Experiencias, malos momentos y muchas risas. Ha sido el año en que conocí a Andy recién huérfano, el de la borrachera de pisco en Chile, la Vespa romana, el corazón de África, los atardeceres de Estambul, los cementerios de Edimburgo o la perfección nórdica. Han sido muchas cosas más. Y espero que pocas en comparación con lo que queda. Qué gran invento este programa y qué suerte contribuir a que salga hacia delante. Esta noche precisamente se ha empezado a emitir la nueva temporada. Tocaba Brasil. El próximo jueves, mismo sitio y misma hora (Canal Sur 2, 22.00) toca mi programa de Senegal. Que no pare la rueda.

Para los interesados, en este enlace podéis ver algunos vídeos.
La foto es de mi primera grabación en Santo Domingo, qué día más largo y bonito. Los hermanos Paco y Mercedes nos abrieron su finca caribeña. El cámara es Javi, que acaba de ser padre.

martes, 23 de septiembre de 2008

Efectos colaterales

Ya nadie duda de la crisis. Todo es una mierda, todo está fatal. A todo el mundo le van a quitar el piso, le van a echar del trabajo, le van a cobrar el kilo de mortadela a 17 euros y jamás podrá volver a entrar en un bar. Lo tenemos ya asumido. Ni me acuerdo de la última vez que me tomé un cubata. No salgo. No gasto. No puedo. No tengo. Un espanto todo, para suicidarse. Pero en este panorama desolador llega un dato que no sé si es positivo o negativo, pero que me ha hecho mucha gracia. Es la primera vez que desciende el número de divorcios en los últimos años, y, claro, los expertos lo achacan a la crisis. Una simpática relación causa-efecto. Probablemente un estúpido estudio más. Sea lo que sea, una percha magnífica para traer un chiste (el género chiste vuelve a estar muy de moda, ahora los premios son los que se están quedando obsoletos otra vez) clásico: "Fíjate como está la cosa de mala, que mi mujer se ha ido con otro y me he tenido que ir con ellos". Chiquito en estado puro. Cuánto bien nos hizo Don Gregorio. Él no entiende de crisis. Hasta luego... cobarde.

viernes, 19 de septiembre de 2008

El derbi

Huele a derbi. Domingo. 17.00 horas. Carretera de Cádiz. Betis-Sevilla. Llevo toda la mañana haciendo chistes con Julio y Jose, dos béticos con arte. Me encanta el derbi por eso. Sé que es un tópico, pero el lote de reír que nos damos en el prederbi béticos y sevillistas no está pagado. Lo malo, o lo bueno, es que después del partido sólo se ríen unos...Mucho arte por aquí, no sólo canis dando muletazos y tirando cuchillos o botellas. Mucho arte. Espera un finde gracioso, sevillano y muy futbolero. Y da igual quién esté mejor o peor, quién gane títulos o no los gane; el derbi es diferente y hay que disfrutarlo o sufrirlo como algo especial.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Tanatos

A las 6 de la mañana hace frío hasta en Sevilla. Si es lunes, más. Y si encima a esa hora te despiertas para ir a un funeral, pues más todavía. El tanatorio es un sitio desagradable, tanto como una pala grande. Allí se expresa todo. Sólo parecen caber risas o lágrimas, hay poca indiferencia. La pena de los familiares se mezcla con la inexplicable alegría que nos da a todos por ver a gente que hace tiempo que no ves. Es muy raro. Yo intento hablar poco, pasar desapercibido. Hoy he ido a la incineración del padrino de mi hermana, una persona entrañable. Y la sensación siempre que voy allí es la misma, una combinación entre paz, desasosiego y orden. Lo más freak de todo, cómo no, es la misa. Parece mentira seguir escuchando las cosas que dicen los curas en 2008. Todo suena a nana, a cuento de niño pequeño. Es como una broma. Alucino. Toda una experiencia el sermón. Pero lo más difícil de todo es hacer la lenta travesía detrás del coche fúnebre hacia el crematorio sin acordarte de los chistes sobre muertos de Paco Gandía. Es increíble como el llanto y la risa se acercan más que nunca. Todo muy raro. Mañana, 16 de septiembre, es mi cumpleaños. 27. Espero cumplir por lo menos tres cuartos de siglo más. ¿Tu que dices, Tanatos?

jueves, 11 de septiembre de 2008

11-S, el día que no cambió nada

Siete años hace ya de aquella película. Estaba en bañador, en uno de los varios pisos en los que viví en El Puerto de Santa María. Rondaban las 3 de la tarde. Sofá. Recién comido. Esperando los deportes de Canal Sur. Presentando el informativo N-1 (para el que trabajé en el verano de 2007) estaba Paco Gamero, curiosamente de mi pueblo, La Luisiana. Le cambió la cara cuando empezaron a llegar los primeros planos de aquel trailer. Fuego, aviones, torres cayendo... qué peliculón, qué locura. Cine en directo. Espectáculo. Showtime. El momento más importante de la historia de la TV, quizás junto a la llegada a la luna, pero con una diferencia. Lo de la Luna yo sigo sin creérmelo y lo de las Torres Gemelas fue real como el gol de Maradona a los ingleses. Iba a ser el punto de inflexión definitivo. El cambio total. La nueva era. Pero no. Los norteamericanos hacen lo mismo de siempre, los islamistas también. Todos; negros, blancos, chinos, rojos, azules, cristianos, mahometanos... hacemos lo mismo. Lo único que ha cambiado es que coger un avión se ha convertido en un auténtico coñazo. La psicosis hizo efecto y las medidas de seguridad son tan absurdas como excesivas. Es insufrible, y todo para nada. Por cierto, esta tarde cojo tres aviones, así que paciencia... y suerte con las escalas, porque con las que está cayendo con las compañías aéreas me conformo con llegar.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Se busca piso en Triana. Razón aquí.

Señoras y señores, amigos y amigas, distinguido público. Me dirijo hacia ustedes (qué bonito es el andaluz) para comunicar un cambio en mi vida. Muchos lo sabéis, otros no, y a la mayoría os importará lo mismo que las obras del estadio del Pontevedra. El caso es que me voy de casa de mis padres, MI casa de toda la vida vamos. El 16 de septiembre cumplo 27 (guiño y recordatorio) y creo que ya va tocando salir del nido. Igual si las circunstancias fueran otras me hubiera quedado más tiempo, pero Priscila viene de Menorca y está feo meterla en el sótano. Noviembre es la fecha (Dios, o quien sea, mediante) elegida y el sitio prioritario es Triana. Así que sirvan estas líneas para lanzar un llamamiento: Si alguien conoce a alguien que alquile piso en la zona, preferentemente en la parte del Altozano, Pureza, Castilla, Paseo de la O, Betis... o alrededores, pues que me avise. Cuando llegue el momento (crucemos dedos) ya daré el correspondiente ágape de bienvenida. Muchas gracias por su atención. Saludos, besos y abrazos.

PD: No estaría nada mal tener las vistas de la foto... y un garaje para no marearme aparcando. Joder, acabo de subir 300 euros sin darme cuenta...

miércoles, 3 de septiembre de 2008

La cadencia aumentaba. El nudo no se iba. No era fácil dormir. Cuanto más cerca estaba el día, más crecía esa ansiedad, ese sentimiento de agravio por la felicidad interrumpida, ese "qué putada no poder disfrutarlo cada día". Las noches eran abismos sin final. Tocaba imaginar caricias, dibujar sonrisas, mirar con los ojos cerrados. Entonces llegaba el respiro. Ella caía desde el cielo, durante un segundo, y el cuerpo se le paralizaba. La sentía, la tocaba. Venía para recordarle que cada gramo de espera sumaría. Cada desfallecimiento serían tres escaladas y cada lamento, carcajadas a borbotones. Le contaba que les aguardan años de ilusión compartida, de aprender a vivir, de disfrutar los deseos. Entonces sonreía dormido y lo volvía a recordar: Sin conocerla, hacía años que la sentía en ese hueco, ese sitio de su recreo, reservado para alguien que nació para hacerle mejor persona, mejor compañero. Y se inmortalizaba ese momento. Esa preciosa sensación de observar cómo dos caminos diferentes confluyen en un viaje con el mejor final que jamás se contará. Sí. Seguro que sí.