jueves, 27 de septiembre de 2007

Miedo

Hoy he conocido a un niño, muy simpático, cuya madre ha muerto esta mañana de Sida. Se llama Andy. Él ha limpiado la sangre del cadáver, lo ha velado solo y lo ha sacado de su casa. No tiene padre. Su hermana tiene 8 años. Él 11. Quiere ser futbolista pero nunca ha visto un partido. Es terriblemente maduro. Asusta. Le he dado 500 pesos y me he sentido bien. Me ha jurado que lo iba a gastar en comida. Que haga lo que quiera. Este es el Santo Domingo que conozco de momento. Me voy a tomar una cerveza.

domingo, 23 de septiembre de 2007

A la República Dominicana

Me voy. Dentro de unas horas parto hacia Santo Domingo, vía Madrid, para hacer mi primer Andaluces por el mundo. Me marcho ocho días, en los que trabajaré mucho y en los que espero también disfrutar un poco, aunque creo que encontraré la fórmula de trabajar disfrutando o disfrutar trabajando, como prefieran. El caso es que allí veo complicado actualizar el blog, por lo que volveré por aquí el martes de la semana que viene, día 2 de octubre. Ya os contaré más sobre esa tierra caribeña, en la que el ron, el béisbol, el merengue, la inseguridad y la alegría parecen ingredientes fundamentales. Supongo que lograré desterrar tópicos, al menos para mi conciencia. Me marcho a dormir que me esperan 17 horas de viaje entre unas cosas y otras, y más vale llegar descansadito porque serán días intensos. Besos y abrazos.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Nostalgia Тетрис

El Тетрис es el Tetris, el arcade más jugado de todos los tiempos. Tan acertada invención se la debemos a un tal Alexey Pazhitnov, un señor de Rusia que, allá por los primeros 80, empleó una sola tarde en desarrollar el juego. Al parecer lo difícil fue que se le encendiera la bombillita en el coco, porque programarlo era cosa de niños. El caso es que no conozco a nadie de mi generación que no haya jugado al tetris alguna vez. Y si lo hay, pobre de él. Tiene algo que te envuelve, te atrapa, y aunque hoy lo veamos muy antiguo, sigue ahí. Jugar a la play es la hostia, pero el tetris te transporta a la infancia, a tardes lloviendo y machacando el joystick de la Atari en el sótano, a la inocente felicidad de un niño sin problemas. Con los 30 más cerca que los 20, recordar aquello me provoca un pellizquito en el estómago. Se me viene a la mente el Amstrad de cinta de mi primo, y la interminable espera a que cargara el comecocos. El arkanoid de la Nintendo de 8 bits. Los cinco duros para jugar al pang o al primer Mario Bros. El spectrum de 48 K. Somos privilegiados por crecer en los 80. Vivir el paso del tiempo a través de la evolución de estos videojuegos es una bonita forma de pararnos a valorar las cosas, y de la misma manera que se echa de menos a alguien, me acuerdo con nostalgia de esos ratos ante colores verdes, rudimentarios mandos y gráficos imposibles. Lo tengo claro, cuando sea mayor me regalaré una máquina arcade, y si es posible, que sólo funcione con monedas de 25 pesetas.

viernes, 21 de septiembre de 2007

19 de diciembre de 1971

A los que les gusta el fútbol les servirá para reafirmarse en su convicción. A los que no les gusta igual les empuja a acercarse un poco a eso que nos vuelve locos a muchos. A los que lo detestan, a lo mejor les vale para empezar a entendernos. 19 de diciembre de 1971 es una de las historias más bonitas que me ha llegado nunca. Un relato gracioso y estremecedor, bonito y real; pura pasión. Roberto Fontanarrosa es su autor. Un hincha acérrimo de Rosario Central que odia a Newell's Old Boys, el otro equipo de la ciudad argentina de Rosario. Fontanarrosa, el negro, era un dibujante y escritor que relataba el balompié con maestría, un imprescindible. Y digo era porque murió este verano a causa de una esclerosis. Siguió dibujando hasta que la mano no le respondía. Entonces siguió dando teclazos como pudo, pero hace un par de meses no aguantó más. Su muerte fue dura. No pudo dejar el mundo como le hubiera gustado, como expone en el final de este cuento, como muchos de nosotros elegiríamos morir. La obra me llegó hace años en un recopilatorio de relatos cortos seleccionado por Jorge Valdano. El que lo quiera, que me lo pida; si no, ahí os lo dejo para que lo imprimáis y lo gocéis. Entender la rivalidad es muy sencillo con este 19 de diciembre de 1971. Espectacular el negro.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Rino, el animal cuadrado

"Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay otros que luchan un año y son mejores; hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero los hay que luchan toda la vida; esos son los imprescindibles". Esto lo escribió Bertolt Brecht hace algunas décadas. Al dramaturgo alemán probablemente no le gustara el fútbol, pero dio con la tecla para definir a un tipo que nació casi medio siglo después; un calabrés que a nadie deja indiferente. Hablo de Gennaro Gattuso, alias Rino, un todocampista criticado por los puristas pero al que en el fondo todos quieren en su equipo. El futbolista del Milan practica precisamente el género que creó Brecht, el teatro épico. Su fútbol es una sobredosis de hombría, a veces sobreactuada, pero efectiva como pocas cosas en el balompié. Jamás hará un regate y de goles ni hablamos; no importa, su sinceridad lo compensa. Es un poco osado conectar a Brecht y Gattuso, pero la química no acaba aquí. El italiano también se ha dado a las letras. Con mayor o menor fortuna, ha escrito una autobiografía cuyo nombre merece una oportunidad: Si naces cuadrado no puedes morir redondo. El título del primer capítulo también promete: El hombre desciende de Gattuso. En el País de hoy lo han vuelto a entrevistar, otra vez de manera genial. Cada cosa que leo sobre este tío hace que me fascine más. La gazzeta dello sport, que de paso da unos palitos a los españolitos hipócritas, también se hace eco. Algo debe tener Gattuso cuando es venerado en un vestuario en el que convive con los Kaká, Pirlo, Seedorf o Maldini. Si Gennaro hubiera nacido en Móstoles...

Tocaba fallar...

Increíble lo del básket. ¿Por qué el tiro del ruso negro da la vuelta al aro, se sale y luego entra?¿por qué el de Gasol da la vuelta al aro y se sale sin más? Cuanto dramatismo en unas décimas de segundo. Todo estaba siendo demasiado bueno para España en los dos últimos años y algo tenía que pasar. Y además no ocurrió por casualidad. Gasol estaba jugando horrible, fallando tiros libres a granel y además perdió la pelota en el penúltimo ataque de España para que Rusia se pusiera por delante (59-60). Con 2 segundos y 37 centésimas era muy complicado anotar, pero Pau casi lo hace, ejemplicando que es un crack, pero que todo el mundo flaquea alguna vez. No fue su día. El sabor de boca que queda, de todas formas, no es demasiado malo porque no puede haber tanta diferencia por un simple milimétro de aro. Han jugado de manera excelente, han divertido, son campeones del mundo y lo de quedar segundos ahora tampoco es tan grave. Además, así Pekín 2008 se encara con una espina clavada, por lo que el reto crece. El final del partido de ayer demuestra que el baloncesto es espectacular, sobre todo viendo a tíos como Calderón, pero ahora planteo la reflexión, ¿porqué el fútbol, con sus 0-0 y to sus avíos, se lo lleva de calle?

viernes, 14 de septiembre de 2007

Deprisa, deprisa

Tengo un déficit literario que me debería dar vergüenza reconocer, pero el cual no impide hablar de obras que me hayan impactado. Hoy se me ha venido a la cabeza un relato corto que leí hace años: La autopista hacia el sur, de Julio Cortázar. Al leerlo, además de cambiar nuestro concepto sobre un atasco, es inevitable pararse a pensar en cómo vivimos, la calidad de nuestro tiempo, nuestras preferencias y la adaptación a las circunstancias. La historia narra un atasco en la autopista de París a Marsella en el que miles de coches se paran durante semanas, con lo que forman una pequeña sociedad en la que las relaciones van surgiendo y consolidándose hasta que de repente acaban sin previo aviso. Más que hablar de La autopista hacia el sur, lo ideal es volverlo a leer. Una buena excusa para consumirle media hora de tiempo al fin de semana que llega. Hasta el lunes.

Las cosas de Quahog

Stewie Griffin es uno de los mejores personajes televisivos que recuerdo. No llega a los dos años, tiene la cabeza como un balón de rugby, aspira a matar a su madre, es culto, inteligente, malvado y gasta un humor negro que te deja con la boca abierta. Es el niño de Padre de Familia, la serie con la que la FOX ha dado una vuelta de tuerca más a Los Simpsons. Family Guy, su título original, es bastante más hiriente y dura que la serie de Springfield. Brian, el perro pijandrón y alcohólico que habla, y Peter, el padre, cretino por antonomasia e imbécil integral, forman un triángulo que asegura el descojone. Por supuesto la serie es una sátira contra yankilandia con impagables momentos surrealistas. Bien por La Sexta, que aunque la ha mareado un poco, la ha hecho uno de sus bastiones junto al deporte. El resto de la familia (Lois es la mujer, Meg la hija y Chris el hijo) para mí no están a la altura del trío calavera, aunque también hay por ahí algún vecino como el asqueroso de Quagmire, un verdadero salido, sátiro antiguo (va por ti, Reguera), con tela de arte. Muy buenos los clásicos cameos de famosos y las no menos clásicas parodias de películas. Y muy gracioso, al menos en español, el nombre del pueblo en el que viven, Quahog. Para los frikis del tema, no perderse las alusiones a los Simpsons, con los que están muy picados los Griffin.

martes, 11 de septiembre de 2007

Nunca caminarás solo

Anfield, Liverpool, You'll never walk alone. Un estadio, un equipo, un himno. Son tres conceptos inseparables para cualquier futbolero. Pero convendría revisar un poco la historia de esta estremecedora canción, que no es sólo patrimonio de los reds. El tema fue escrito en 1945 para un musical de Broadway y pronto se popularizó, por su letra, entre los que tenían familiares luchando en la Segunda Guerra Mundial. Sinatra, Nina Simone o Elvis lo versionaron y en el 63 Gerry & the Pacemakers, grupo de Liverpool, lo convirtieron en un superéxito. Por entonces comenzó a sonar en la megafonía de Anfield, pero un día ésta falló y la gente en the kop (en la foto, en los años 50) lo entonó por primera vez. A raíz de aquello nunca dejó de sonar. En 1982 se convirtió en himno y lema oficial del club, y el resto ya lo saben: bellos de punta y nudo en la garganta cuando es cantado antes de cada partido. El Celtic de Glasgow, equipo católico fundado por emigrantes irlandeses, también lo reivindica como suyo y tienen bastante pique con el Liverpool por eso. Hace unos años se enfrentaron en competición europea y en el partido de Escocia llevaron a Gerry, el de los Pacemakers, a que lo cantara. Puntazo. No está de más darles su cuota de derechos de autor y reconocer que en su estadio también impresiona. Otros muchos clubes se subieron al carro más tarde, pero ya no cuela. La publicidad, por supuesto, también aprovecha el tirón. You'll never walk alone, una razón más para amar el fútbol.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Brit pop, influencias y legado

Por como luce y por como suena, el brit pop es sin duda el estilo musical que más me atrae. El Reino Unido vive en continuo auge musical desde yo que sé cuando y raro es el año en el que no salen un puñado de grupos a cual más guapo. Sin ánimo de etiquetar ni de disertar sobre la música, porque no tengo los suficientes conocimientos para ello, este movimiento eclosionó en los 90 a base de "homenajear" a los grupos ingleses de los 60 y 70, con los germinales The Beatles como inevitable referencia. Ahora se considera acabado, porque sus exponentes: Oasis, Blur, Pulp, Suede, Radiohead... o se han frenado o se han metamorfoseado (unos mejor que otros). Hablar del nuevo indie, garage o post punk en Gran Bretaña es recoger el testigo de ese Brit Pop que hoy nos deja a los geniales Franz Ferdinand (gran cantera la de Glasgow) o a los gratísimamente sorprendentes Artic Monkeys (en la foto), un pelotazo de adrenalina para escuchar en el coche. The Editors (dignos hijos de los fugaces Joy Division), Kaiser Chiefs, Travis... innumerables artsitas con excelentes canciones. Da igual el nombre y adjetivo que se les ponga; es tan difícil definirlos como fácil escucharlos.

Acabo de linkear los vídeos de los grupos, los he visto otra vez, y de verdad que son para no perdérselos; qué bien suenan y cómo mola la estética de los tíos.

sábado, 8 de septiembre de 2007

Catenaccio VS mentira

Llega un Mundial o una Eurocopa... y todos con España. Pues no. Yo paso de "nuestra" selección de fútbol. Ni siquiera lo achaco del todo a lo ridícula que suele ser. Me pasa desde pequeño, supongo que alguna vez llegó el momento de elegir y yo escogí Italia. Es así. Cierto es que mi sentimiento españolista es casi insignificante y eso no ayuda a sufrir con la rojigualda, pero es más una cuestión de planteamiento futbolístico que política. Mi pasión por Italia era al principio pura admiración, pero como la maquinaria de generar ilusión que se activa cada dos años en la piel de toro se encarga de echar mierda al juego de Italia (hay que ser cretino), pues me he enconado en mi postura y ahora hasta me pongo nervioso con la azurra. Critican el catenaccio, un sistema que por cierto ya no se usa, y defienden la mentira del estéril tiki-taka. Pues miren, para representar a un país creo que es más válido la hombría de Italia, el sufrimiento, la solidaridad en el esfuerzo, el convencimiento, el sentirse ganador, la efectividad...¿qué no es bonito? pues para mi Del Piero de lateral izquierdo en una semifinal, la mandíbula de Gattuso, el buscar el penalti en el descuento, el pecho de Materazzi, la magia de Roberto Baggio, Inzaghi volviéndose loco con cualquier gol, Toldo parando penaltis o Grosso emulando a Tardelli son momentos realmente bellos. Y para los que no se lo crean: Italia cuatro mundiales, España cero. Por cierto, con un himno tan feo como el de España (vaya las caritas de los muchachos) es difícil meterse en un partido. Italia o Francia empiezan ganando.

jueves, 6 de septiembre de 2007

El Gran Hermano te vigila

Nada de realities ni vividores. Nada de aspirantes a cutrefamosos. Nada de tetas de goma y portadas de Interviú. El titular no se refiere al célebre, que no celebrado, programa de televisión que reventó las audiencias hace 8 años y que ya está muy venido a menos. Para el que no lo sepa, la frase viene de la novela 1984, de George Orwell, de la cual toma su nombre el formato televisivo. 1984 es lo que se llama una distopía, vamos, lo contrario de una utopía. Describe una sociedad futura (está escrito en los años 40) totalitaria, en la que unas telepantallas lo vigilan todo a través del Gran Hermano, un ente omnisciente que se entretiene en putear a todo cristo. "La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza". Estos eran sus tres principios. El texto es muy duro, y acabar no acaba muy bien, pero es que está escrito en un contexto de nazismo y comunismo que hacía presagiar un porvenir terrible, y durante años no se equivocó mucho. Ha sido mi última lectura y se lo recomiendo a todo el mundo, especialmente a esos nostálgicos del franquismo que quedan por ahí, y a sus hijos y nietos que llevan esa puta herencia por bandera. Atención especial a la neolengua, una especie de vocabulario reducido que se inventan en esa sociedad totalitaria para dominar el pensamiento y el habla de sus habitantes. Sobrecogedor.

martes, 4 de septiembre de 2007

Ella es Leonor Watling

Leonor Ceballos Watling (Madrid, 28-7-1975) debe ser algo así como la mujer perfecta. De sangre gaditana y británica, no se me ocurre ahora mismo nadie más guapa que ella. Si además es una actriz versátil y que hace bien cualquier papel, que tiene un grupo muy tranquilito, Marlango, sin demasiadas pretensiones y en el que pone su preciosa voz, con canciones que te alegran el día, pues ya me contaréis. El que tiene que saber bien todo esto es Jorge Drexler, el cantautor uruguayo que formó un lío en los Oscar (Clavo mi remo en el agua, llevo tu remo en el mío...) y que vive con ella. Así cualquiera deja a su mujer, ¿no Jorge?. Él también es un crack. Pues Leonor y los suyos tienen nuevo disco, The electrical morning. Hold me tight es el primer single. Y ella sigue rodando películas. Personalmente me quedo con su primer disco, el homónimo Marlango, y con su inquietante papel en Hable con ella (aunque casi no hable en la película ni yo sea muy de Almodovar). Es dulce, guapa, elegante, simpática, culta, tiene un físico exhuberante, es profesional, alegre, amable...y todo esto sin conocerla. Ella es Leonor Watling; para volverse loco, vamos.

Crónicas oblicuas desde Italia

Crónicas oblicuas. Así llama Enric González a sus artículos de los lunes en El País. Sus "historias del calcio" son de lo mejor que se puede leer en la prensa española hoy día. En ellas repasa la actualidad del fútbol italiano desde sus entrañas; con arte, sarcasmo y una fina ironía que te hace descojonarte mientras lees. La intrahistoria del calcio da para mucho: sobornos, líos de faldas, épica, mafia, el aprecio de la lucha y la defensa como valor estético... y Enric la desmenuza con maestría. De verdad, si te gusta el fútbol, son una verdadera delicia. Cultura en estado puro, literatura contemporánea de muchos quilates. Además, es un tifoso del Inter, un grande especialista en fracasos, por lo que su martirio con el equipo interista es una materia prima impagable para esos escritos de domingo por la noche. La mala noticia viene ahora: tengo entendido que Enric deja su corresponsalía en Roma, por lo que me temo que su prosa sobre los asuntos transalpinos se ha terminado. En cualquier caso, volverá de una forma u otra. Ahora creo que anda por la Mostra de Venezia (quien fuera Enric...). Ha sido corresponsal ya en Nueva York, Londres, Paris o Washington. Tiene mucho que contar y lo hace, además de en el periódico de Prisa, en obras como "Historias de Nueva York", que leí y me encantó, u otras como "Historias de Londres", que leeré. Estudiar periodismo debería ser algo tan sencillo como leer a tíos como este. Sin duda, un ejemplo a seguir en cualquier facultad, y no las payasadas que se escuchan en muchas universidades.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Me perdí por Lost

La mayoría tenemos poco tiempo y hay mucha información que consumir. Somos muy selectivos y como algo no nos entre a la primera... no le damos una segunda oportunidad. Es lo que me pasó con la serie Lost (Perdidos). Me ponía y no había manera. Es de esas series que no se pueden dejar porque pasan muchas cosas, quizás demasiadas. Además, si televisión española la maltrata en la programación...pues ya me dirás. Pero sabía que la serie tenía algo y me hice con las tres temporadas que hay hasta el momento. Y ahí me perdí. Me volví loco. Capítulos y capítulos seguidos, y siempre sabían a poco. Es la mejor forma de verla, cuando quieras, cuanto quieras y como quieras. Lost engancha a más no poder, y se disfruta. Tiene un halo místico que te da el pellizquito mientras la ves; gira continuamente, los personajes (Desmond, vaya crack) aparecen y desaparecen y su gesto cambia de manera inquietante. A veces te da la sensación de que todo es una gran mentira y que los guionistas te han metido 20-0, pero no puede ser. Lo cierto es que medio mundo se ha vuelto majareta con la serie y los productores han decidido que dure otras tres temporadas más, así que en 2010 se acaba. No voy a seguir con esta recomendación porque Perdidos se vende por sí sola. Para los no iniciados, este vídeo está muy guapo (la canción es un temazo de Oasis, "Stop crying your heart out"). Si le dais una oportunidad os sorprenderéis. Y si es en versión original, mucho mejor...
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