jueves, 22 de mayo de 2008

Edimburgo, last stop?

Mañana parto hacia Edimburgo, el séptimo destino consecutivo que me toca en las dos temporadas que llevo en Andaluces por el Mundo. Mucha tralla. Muy bonito pero bastante agotador. Lo digo a esta hora, sin hacer la maleta y con mil papeles que organizar. Mañana lo veré de otra forma. Después tocará parón, esperemos que no por mucho tiempo. Confiamos en que Andaluces volverá (a emisión lo hará en septiembre) pronto y que grabaremos una cuarta temporada. Pero de momento, Edimburgo es la última parada. Después vendrá Menorca; por fin sin prisas, sin papeles y sin cámaras. Cómo me gusta...

viernes, 16 de mayo de 2008

El Infan

Él jamás leerá este post porque no le gusta internet. No es un tipo cualquiera. Su visión simple y tranquila de la vida le hacen ser diferente. Él es el Infan, el pinfloides, el pinflopoides, la mula, el maquea, Escudé de milpejeta y mil apodos más. Él es un gran amigo que hace dos días tuvo un niño. Un niño que se va a llamar Pablo, como él. Un genio del márketing mi amigo. Un gran amigo. Una gran persona. Un tío bueno, pero bueno bueno de verdad. De los más buenos que encontraré jamás. Con su marcapasos y sus juergas, sus idas de olla y sus bajones, su sentimentalismo y su memoria de pez. Con él estuve en todas las finales del Sevilla (Eindhoven, Mónaco, Glasgow, Madrid...). Allí, recogiendo lo sembrado desde pequeños. Con él, un 2 de septiembre, un día muy importante para mí también, me enteré de que su Johana estaba embarazada. Un fenómeno este Infan. Su niño, inevitablemente sevillista, será otro tío grande. Un abrazo Pablo, por si alguien te cuenta que he escrito esto (por cierto, cómo no, diez minutos antes de irme a un aeropuerto. Cómo necesito unas vacaciones....

PD: De la foto de arriba hace hoy un año, la final de la segunda UEFA que ganamos. En Glasgow. Quién se iba a imaginar entonces que hoy iba estar esperando el alta en el Hospital Macarena con su niño en brazos... En esta, peleándonos con la papa en la Supercopa (la que le dimos al Barça) en Mónaco, se nos ve mejor...

martes, 13 de mayo de 2008

Maradona y el papel de plata

Para darme ejemplo están mis padres, mi hermana y mis amigos. Maradona no nació para educarnos ni para dar consejos. Nació para casi lo único que sabía hacer bien. Qué más da que fuera cocainómano (¿no tenéis amigos que se drogan y no los odiáis?), un cretino o un mal marido, que eso lo sabrán los que le conocen. Yo no he tenido el placer de cargarme de razones para criticarlo. Nunca me he tomado una cerveza con él. Ni quiero. Yo le he visto jugar, sobre todo por la tele. Pero también en directo, de cerca. ¿Cuál es la mejor noticia se puede llevar un niño de 11 años al que le gusta el fútbol? Pues sí. Que Maradona fiche por su equipo, el Sevilla. Yo ya era socio desde los diez, no me apunté el carro del Diego. Temporada 92/93. Maradona vino a lo que vino. A robar todo lo que pudo. ¿Y qué? Qué es el fútbol si no un generador de ilusión y felicidad. De los 38 partidos que tiene la campaña se perdió muchos, en otros tantos estuvo pero como si no jugara... pero tuvo 5 o 6 actuaciones sublimes. De genio. Sin correr mucho, haciendo lo justo para que yo matara por acercarme al córner cuando él sacaba. Una noche estaba yo ahí, el primero, con mi bocadillo. Saque de esquina. Otro niño (¡ojalá hubiera sido yo!) con más hambre se había comido su bocadillo antes del descanso (eso es de gordito...) y tiro el papel de plata hecho una bola al césped. Maradona se acercó, lo recogió con la puntera de su zurda, lo elevó, y dio unas cuentas pataditas al improvisado balón. Magia. Circo. Pellizco. Arte. El Sánchez-Pizjuán enmudeció. Yo a tres metros. Mi momento más feliz en un campo de fútbol. El Sevilla que me ha tocado vivir ha sido muy mediocre hasta hace tres años. Ahora han llovido los títulos y he llorado como un niño, lo confieso (los futboleros y las futboleras me entenderán....). Pero ninguna de esas lágrimas vale tanto como aquel sábado por la noche en el que Maradona, a tres metros, con el escudo del Sevilla en el corazón (qué más da si lo sentía...) me demostró por qué el fútbol no se puede comparar con ningún otro deporte. Por qué el fútbol es mucho más que un juego jugado por ególatras millonarios mimados. Me la pelan los futbolistas. Soy del fútbol. De los grandes. De los de verdad. ¿Y qué cojones me importa si después de aquel partido Maradona se metió tres lonchas y se fue de putas con Rafa Paz?... por Dios, si yo tenía 11 años.

sábado, 10 de mayo de 2008

Dinamarca

Lo tengo como escondido, como si no hubiera ocurrido nunca, ¿no os pasa que hay cosas que tenéis apartadas a un lado, como si fueran mentira? Cuando lo recuerdo me parece que no estuve allí. No sé por qué. Fue en julio de 2001 cuando me fui a Dinamarca a recoger fresas. Tan ridículo como brillante. Acampado en un lugar a dos kilómetros de un pequeño pueblo que estaba a 10 kilómetros de Silkeborg, una pequeña ciudad a tres horas de Copenhague en tren. En medio de ninguna parte vamos. Coger cogí más bien pocas fresas, creo que me comí más que recogí (Pachón, Infan, Gentil y Pavón pueden dar fe...) pero fue mi primer trabajo y me enseñó muchas cosas. A valorar el dinero, convivir con gente, compartir... con lo poco que ganamos nos fuimos a Copenhague un par de días de juerga, como mandan los cánones. Genial. Este abril he vuelto a la capital nórdica. Sigue igual 7 años después. Todo es perfecto allí. Todo el mundo es feliz, gana mucho dinero, tiene pisos, coches, buenos trabajos, son guapos, están encantados de conocerse y de ser daneses... y si encima sale el sol como en la semana que me tocó grabar Andaluces por el Mundo, pues aquello es tan precioso como su muelle de Nyhavn, en la foto. Eso sí, en invierno todos a Málaga...
Mi primer y mi último trabajo, de Dinamarca a Dinamarca, qué cosas... de ir con niños coreanos de diez años a que me exploten en el campo a ir a un hotel de lujo en el centro trabajando para la tele...qué cambio. Llegará una tercera vez que vuelva al país; esta vez sin trabajar, para disfrutar de su cerveza de 7 euros, sus carriles bici, sus parques, sus lagos y su gente... no sé quien está detrás de todo, quién lo ha elegido, pero Dinamarca será, a la vez sin serlo, un lugar muy importante en mi vida.

jueves, 8 de mayo de 2008

Objetivamente guapo... ¡pasa al siguiente nivel!

En audiovisual, el plano subjetivo es aquel que muestra lo mismo que ven los ojos de un personaje. Vamos, que la cámara ve lo mismo que él, que tú. Tranquis. No temáis, este post no va a ser un diccionario. Ni quiero, ni puedo. El caso es que el plano subjetivo mola, te llega más porque siempre tendemos a identificarnos con el prota, y además genera suspense, emoción, incertidumbre... está muy guapo vamos. No es el más frecuente en cine, TV o publi pero se ve de vez en cuando. Así, de memoria, se me viene a la cabeza un extraordinario videoclip de The Prodigy, Smack my bitch up (atentos al sorpresón justo al final del vídeo, cuando frente al espejo descrubimos la identidad del personaje...). Por cierto, muy grandes The Prodigy pese al daño que hicieron con el pelaíto de cenicero que arrasó en la estética cani... Pero realmente este post viene porque hoy he visto otro uso magistral del plano subjetivo. Cómo no, Nike, aunque yo soy de Adidas, demuestra que es puntera en el binomio publicidad-fútbol. Su último anuncio toca la fibra de cualquier futbolero que se precie... ¿de verdad no entendéis por qué nos gusta tanto el fútbol después de verlo? Y recordando anuncios de Nike, es inevitable homenajear al spot que fue un punto de inflexión en la publicidad deportiva, con Cantoná (ese gesto de la foto...), el héroe de los 90, en estrella. Au revoir...

miércoles, 7 de mayo de 2008

El Iphone

Por una vez en mi vida me he dado un caprichito tecnológico y me he hecho con un Iphone. Me lo ha traído Julio de San Francisco, tierra gayer por antonomasia, en la que grabó para Andaluces. Él ya se lo trajo de Costa Rica. Robe también tendrá uno, así que podremos quedar todos para hacer el imbécil con las doscientasmil chorradas que tiene el juguetito. Que si me tomo una cerveza, que si pinto mi nombre, que si veo un capítulo de Lost, que si meto nosecuantosmil discos, que si con el dedito y la pantalla táctil formo un lío muy grande... en fin, la vacilada de tener algo que no se comercializa en España todavía y encima a buen precio. Y además de apple, que ahora tiene como mucho glamour y mola un montón pasear la manzanita mordida. Pues nada, sólo queda enterarme de cómo va la película porque el cacharro tiene todas las aplicaciones y funciones del mundo y yo, de momento, casi ni se llamar... lo prometo.

lunes, 5 de mayo de 2008

De vuelta

18 días sin actualizar el blog son tela de días. Sí. Nunca había estado tanto tiempo sin teclear por aquí. La verdad es que no he tenido tiempo. Vengo de trabajar en Copenhague y de relajarme en Menorca. Todo genial. Os cuento pronto.