
Pues ya está. Alonso ha vuelto a
Renault. La noticia del día. Muy bien. Me importa un
carajo, la verdad. Eso sí, cuando he visto las
fotos de archivo de su anterior etapa azul me ha venido a mi
cabecita un enorme deseo de hablar sobre el tío que más me mola en la payasada (no es reprimáis gemelos, haced sangre de mí; sé que me leéis) ésta de la Fórmula 1:
Flavio Briatore. Os
linkeo aquí su historia contada por el maestro
Enric González. Me
jode que sea amigo de
Aznar, pero que haya sido novio de
Nicole Kidman y
Naomi Campbell, que sea el padre de un hijo de
Heidi Klum y ahora se vaya a casar con
Elisabetta Gregoraci es cuanto menos para respetarlo, ¿no? Por supuesto todas le quisieron de verdad y estaban con él por su simpatía, galantería y sentido del humor. En fin, que muy grande éste
Briatore, ya sabéis, el que cada vez que Alonso ganaba una carrera perdía el culo por ser el primero en saludarlo. Un visionario, un
caradura; quizás demasiado inteligente para su entorno, demasiado caliente... probablemente el tío más golfo del mundo. Un hijo puta con
todas las letras, pero de esas personas que aportan; hay que ser muy
especial para vivir así. La indiferencia les huye, y eso, pese a todo, es una gran virtud.