jueves, 3 de julio de 2008

Napoli

Hablar de un sitio en el que no has estado puede sonar un poco pretencioso, pero es que todo lo que leo, oigo y veo de Napoles (Napoli, en italiano) me fascina: Maradona la conquistó en los 80 y nada ha vuelto a ser igual para los napolitanos, reyes de Italia aquellos años. Orgullosos de estar orgullosos frente al norte opresor (que hippie ha sonado esto, coño). Napoli es la bandera del sur, el colmo del caos, la tierra de la Camorra (soy muy de la mafia y su liturgia; es un arte, arriesgado y asesino, pero arte); son calles con una discutible higiene, con pobreza y pillería, creatividad y supervivencia. Es un lugar de genios o de malos, o de las dos cosas a la vez. Debe ser complicado ser corriente allí. Inevitablemente conocida por su horrible tráfico, su No Rules diario y su depresión continua. Me imagino que ser adolescente y napolitano es una batalla cada día, una rutinaria ley del más fuerte. Dicen que perderse por su desordenado centro es una experiencia irrepetible, y yo, italianófilo de pro, no me lo voy a perder. Como dijo un taxista (que debe ser un regalito un taxista de Napoles...): "Los napolitanos por separado somos todos muy buenos, pero como nos juntemos dos... llega el desastre".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces me sorprende el concepto de arte que teneis por el sur, porque si ser mafioso es ser artista "apaga lus y vamos, Paco"(como diría Radomir Antic)

Luis dijo...

Dani, joder, no seas tremendista. Es una forma de hablar... va más por el cine y la psicología de los personajes mafiosos, siempre me han encantado...

Pásalo bien en la Costa Azul, un abrazo!

Anónimo dijo...

Cuando el Nápoles ganó el "Scudetto" allá por el 87 (año más, año menos) los napolitanos, que están dotados de un gran sentido del humor (como todos los pueblos subyugados) escribieron en los muros del cementerio de la ciudad un mensaje ("no sabéis qué os habéis perdido") dirigido a los que ya no podrían vivir un semejante acontecimiento para la ciudad.

Los mafiosos a lo mejor resultan interesantes en la literatura y en el cine (¿te imaginas quizás a un Cagney?), pero en la vida real te aseguro que son de un cutre... Y yo conozco lo que se ve en las noticias...

Besos desde Roma, con un calor asfixiante estos días

Luis dijo...

Qué grandes los napolitanos, y, por qué no decirlo, qué grande el fútbol! Lo de los mafiosos, imagino que mejor quedarse con el mito del cine porque los de verdad deben ser para cambiarse de acera...

Besos desde Sevilla, cómo no, ahogada en más de 40 grados...

Nebulus dijo...

Me quedo con las napolitanas con su azúcar chasqueante y su canela por encima ¡mojadas en leche tibia!