
Después de varios días sin actualizar el blog por razones personales (estaba de juerga, vamos; raro es el día que no salgo ahora... pero eso merece un capítulo aparte), hoy he llegado el primero al trabajo y me he dicho, toca escribir de lo del rey,
Hugo Chávez y Zapatero, ¿no? Pues nada, algo breve porque ya habréis tenido bastante desde el sábado. Como ya sabéis o imaginaréis soy un poco rojete, tampoco demasiado, pero algo sí, por lo que el análisis del
incidente supongo que estará algo, o mucho, condicionado por mi visión a priori de los personajes. Resultado: el rey está mayor y sigue resultando un personaje cómico, llevo toda la vida oyendo que fue fundamental en la transición y creo que así es (yo no había nacido) pero eso no quita que la monarquía (paso de las mayúsculas) sobre y que sea una institución muy
antigüita, más de película sobre el medievo que garante de una sociedad moderna y de este siglo. El
papelito del rey en la cumbre, pues eso, gracioso.
Hugo Chávez es todavía más cómico, sólo que además es un poco hijo de puta, como todos los que juegan a dictador. Meterse con
Aznar mola mucho, y ahí entiendo a
Hugo, incluso comparto su opinión; lo que ocurre es que con su manera de mandar ha consolidado a su país como una auténtica república bananera, y eso los venezolanos no lo merecen. Y por último Zapatero, vaya
putada para el
PP. El presidente ha quedado como un señor. Él ha logrado, puede que sin querer, rebajar la crispación, aunque ya
marianito y su gente se han encargado de darle la vuelta al incidente y largar de la política exterior del gobierno. Pues nada, que digan lo que quieran, pero para mí que
ZP sale reforzado, y mucho, del
sabadete chileno de circo que se pegaron. Seguro que con la República no pasarían estas cosas... me callo ya a ver si me cierran el blog.
Ciao!