"Cogió el teléfono con la jovialidad del que se iba a comer el mundo. Fue una conversación corta y llena de tópicos, algo habitual en una entrevista a un futbolista. Todavía era un don nadie y eso se notaba, era amable, no tenía prisa en colgar y se despedía dando las gracias y un abrazo. Probablemente una vez que llegó al primer equipo cambió esa actitud. No lo sé, nunca más hablé con él, pero lo he seguido y creo que continuó ejerciendo de buena persona y no parecía el típico canterano niñato. Se le veía maduro e inquieto, consciente de que era un privilegiado y agradecido por ello.
La historia le reservaba un día catártico, un gol soñado que cambió 100 años de vida. Un zurdazo que desde gol norte había entrado por la escuadra y por la tele no se había levantado del césped. Alegría infinita para todos los que decían adiós a la mediocridad como hinchas. Lo demás ya lo saben, catarata de éxitos partiendo desde el punto de inflexión de su bota izquierda un jueves de feria. Y en Glasgow tiró el último penalti del Sevilla, más literatura. El sábado el Pizjuán se estremeció, las noticias volaban y cada vez eran peores. Pedro Berruezo volvía desde Pasarón. Muchos lo pensaron, los más mayores, pero no se atrevían a verbalizar ese terrible recuerdo. Tres días después Puerta ya no vive y eso es lo único que importa. Igual que cientos de miles de sevillistas empujaron con él la pelota que les llevó a Eindhoven, hoy guardan en un rincón de su alma un espacio para este hijo de futbolista bético que merecía resarcirse del golpe, pero que ha sacado un abono eterno para el tercer anillo de Nervión. Caparrós lo hizo debutar. Lo vio nervioso antes del partido y le obligó a contar un chiste en la bocana de vestuarios. Grande Keaton. Juande lo convirtió en ganador; los ingleses, Madrid y Barcelona se lo querían llevar, quizás el quería irse, pero al final renovó porque era sevillista. Nació en Nervión y murió en Heliópolis, Sevilla siempre dual ¿A quién le importan los títulos ahora? El fútbol, la vida, alecciona de nuevo. Gracias por todo.
10 comentarios:
Puerta....un tio que lo empezaba a tener todo... y posiblemente lo tuvo, no solo conquisto a los sevillistas, conquistó a los que les gusta el futbol, hoy a todos se nos ha escapado una lagrima. Eres grande!.
Buenisimas lineas Lluis.
Sólo te leemos julios? Prometedor comienzo. No prometo respetar tu texto cuando escriba el mio mañana, de momento ya te digo, abro con el chiste de Keaton.
Muy emotivo lo del tercer anillo; la zurda de diamante nos ha enseñado, en el campo y fuera de este, lo que realmente debemos valorar en la vida. Ojala tengamos todos las mismas ganas que él de mantener la felicidad aquí abajo.
A todos nos ha calado esta pérdida, tanto a los sevillistas como tú que podéis con vuestro recuerdo admirarle, como a los q ni sabíamos quién era. Quizás haya sido por la "espectacularización" de su muerte, o quizás sea porque ha sido simplemente terrible, el caso es que Puerta ha conseguido darnos un pellizco muy fuerte, muy hondo. Quedémosno con eso, a tí te ha hecho olvidarte de la pereza e impulsarte a escribir, a otros a olvidarnos de problemillas y soledades y alegrarnos por seguir cumpliendo años! ESO ES MUY GRANDE.
Siento que un suceso asi tenga q abrir tu blog, pero merece eso y mucho más. Ayer, como todo el q no este vacio por dentro, me lei todo lo leible sobre él. Supongo q queria acercarme, conocer más a alguien q me estaba haciendo pasar tan mal rato. Supongo q eso es a lo que llaman humanidad. Aqui pongo un trozo de un articulo de opinion que lei:
"Al Sevilla se le ha muerto en el campo de batalla un héroe, pero le ha nacido un mito. El mundo vio cómo con Puerta se desplomaba un verso del himno del Arrebato: «Un corazón que late gritando ¡Sevilla!,/ llevándolo en volandas por siempre a ganar.» El corazón de Puerta dejó de latir para hacer verdad la poesía del himno del centenario: «Sevillista seré hasta la muerte».
No hace falta decir nada más. Luis, muy grande tu texto.
Quizás no sea yo la más indicada para hablar de fútbol, pero lo que sucedió el martes es capaz de traspasar barreras. Conocí la noticia cuando estaba a punto de coger un avión hacia Sevilla, y aquel me pareció el viaje más largo de mi vida. Yo sí me acerqué a despedir a Antonio, necesitaba estar ahí, con su gente, en su campo. Mientras subía las escaleras hacia la capilla sentí un escalofrío en mi cuerpo que difícilmente podré olvidar. Aquella foto en la pared del palco parecía querer hablar. Una vida por delante y todo acabó tan de repente... "Puerta, tú no has muerto; el Sevilla Fútbol Club ha pagado tu cláusula para que jueges con los ángeles".
Luis, creo que en este blog todavía queda mucho que decir.
Una gran idea!
Gracias a todos por participar. Espero que lo sigáis haciendo y que os animéis, los que no tenéis, a crear un blog y volcar vuestras historias.
Besos y abrazos
Puerta era un grande del Sevilla. Jugaba con ilusión y cuando el equipo estaba cansado y la grada también, él siempre se dirigía a la afición pidiendo que gritara más. Porque él conoce ese sentimiento, porque era sevillista de los de verdad.Siempre ha sido un gran tipo e incluso estando en los más alto nunca negó una entrevista. Ayer en Mónaco todos le recordaron y estoy segura de que nunca nos olvidaremos de él. Era un crack.
Una lastima la perdida de un futbolista del talento de Puerta, al menos, por ver algo positivo, la unión que se vió del pueblo sevillano.
Saludos Luis.
Publicar un comentario